Una posible venta del club sería un “salvavidas” para los pumas

LA ANTICIPADA CAÍDA DEL CDA


Nadie se sorprendió. Esa fue la reacción de muchos antofagastinos que veían, en un caluroso domingo por la tarde, cómo el Club de Deportes Antofagasta, descendía a segunda división en su penúltimo partido por el campeonato nacional ante Everton. La consigna de ese día era “ganar o ganar”, pero el encuentro había perdido toda importancia, lo que pasaría era conocido por todos. El descenso estaba a la vista y los “culpables” de esta situación se lamentaron hasta el último minuto.

Por Vilma Jélvez P.

El partido que el CDA jugaba con Everton se miraba con indiferencia entre los asistentes, pero aún así, los jugadores sabían que este encuentro sería crucial, tanto para ellos como para el club. En el Estadio Regional de Antofagasta, se vivían horas de nerviosismo, y a la vez de esperanza, pero ya no había vuelta atrás. Cualquiera que fuera el resultado, ya se había perdido el puesto de honor en el fútbol chileno.

Pero todos, incluyendo a los dirigentes, el entrenador y el mismo directorio del CDA, tenían más que claro el futuro del equipo, independiente de cual fuese el resultado. Cuando se cumplía el minuto 90 del partido, con gran desconsuelo los jugadores y todo aquel simpatizante del equipo se daba cuenta de que el club, luego de una agónica campaña durante todo el campeonato, finalmente dejaba la primera división sin más oportunidades.

Uno de los presentes en ese encuentro fue Cristian Celedón, más conocido como “lokojam”, integrante de la barra “Los pumas”, quien desde su amplia y colorida oficina cuenta con tristeza y desilusión que desde ese domingo, aún busca explicaciones a la actual situación que vive el equipo de su vida. Celedón tampoco sabe a quién culpar por lo que está pasando y como hincha, sabe que no puede hacer nada excepto ver la masacre desde lejos, ya que según él, puede durar mucho más tiempo de lo previsto.

El entrenador del CDA, Hernán Ibarra quien está confirmado para seguir en el plantel 2009, hace un balance, sobre el desempeño que obtuvo el equipo este año. “Si bien el equipo no logró mantenerse en primera, sus resultados, en cuanto al rendimiento, fueron buenísimos, ya que ningún equipo logra tan fácilmente obtener el 50 % de rendimiento en la competencias futbolísticas”, explica Ibarra.

Para Celedón, los principales culpables de esta lamentable caída del CDA, son los dirigentes. “En todas las decisiones que determinen los directivos, éstas no se ven reflejadas en las opiniones de la barra, ni menos en la de algún hincha, que sí quiere decir lo que piensa y lo que no le gusta”, declara con palabras tajantes, este seguidor del equipo puma desde hace más de 15 años.

Sin embargo, la opinión del dirigente Pablo Cortés, es más una disculpa que una autocrítica a lo que le está sucediendo al CDA. “Es lamentable la situación deportiva en la que está envuelto el equipo. Se intentó con esfuerzo tener un mayor protagonismo en el fútbol local, pero cuando nos dimos cuenta que las cosas no marchaban bien, era muy tarde para revertir lo que estaba ocurriendo”, quien también declara que la posible venta del club es un probable “salvavidas” que tiene el CDA para seguir vigente en el fútbol, pero si no es así, seguirán con experticia lo que viene de ahora en adelante.

La mala infraestructura del estadio, la poca motivación de los dirigentes y la falta de iniciativa del club con los hinchas, parecen ser una problemática más a la situación que vive el equipo puma en estos momentos. Celedón, manifiesta que para ningún antofagastino es raro saber de las mismas deficiencias que han acompañado al CDA en estos 42 años que tiene de historia y que el fantasma del descenso siempre estará presente.

El principal objetivo que tiene el CDA para la próxima temporada es subir a primera división nuevamente, y que todos los participantes de este llamado Club de Deportes Antofagasta luchen por una causa en común, que es la vuelta al fútbol de honor.

El sentimiento de incertidumbre seguirá reinando entre los pumas, hasta que se presente un verdadero y definitivo cambio en lo que, por ahora, no son más que esperanzas que comparten los hinchas, los dirigentes y el plantel quienes en conjunto pueden hacer que todo lo que esperan de su equipo no sean meras ilusiones.

Paralelo II