lunes, 8 de diciembre de 2008

La Guerra perdida del sueño navideño.






Se acerca navidad y con ello, los altos intereses de las tarjetas de crédito y las drásticas alzas en los precios de juguetes y productos más solicitados por los niños, hacen que las compras de miles de Antofagastinos en situación vulnerable se conviertan en un problema difícil de resolver. Es así como muchas jefas de hogar y madres solteras ven empañadas sus ganas de cumplir con el inocente deseo de darles a sus hijos unas festividades dignas.


Por Yorka González Canales.



Fresia Rojas Rojas (29), mira con asombro las copas de helado que trae el garzón de la gelateria Coppelia. Con brillo en sus ojos comenta que gustos como ese, no se dan siempre en su vida. El ambiente es bullicioso y cargado de gente que pasa en todas las direcciones, el lugar no está lejos de ser de uno de los sitios más concurridos por los antofagastinos para realizar sus compras, sobretodo en navidad, se trata del Mall Plaza Antofagasta.

La joven madre y jefa de hogar, representa más años de la edad que posee y es que desde los 14 indica, vivió la explotación de sus padres. Con lágrimas en los ojos admite que su mayor dolor es no poder cumplir el sueño navideño de sus pequeños cuatro hijos, Alonso (11), Andrés (9), Benjamín (7) y Paolo de tan solo 4 años.

Esta mujer pertenece, al igual que otras en su misma situación, a los sectores más vulnerables de la ciudad minera. Según, datos estadísticos de la región, otorgados por el Ministerio de Planificación (Mideplan) 6.0% de Antofagasta es pobre, basta con recorrer la capital nortina para darse cuenta que la realidad social es muy dispar en esta zona del país.

Fresia, hace 12 años trabaja como asesora del hogar a tiempo completo en una casa particular ubicada en el condominio Bordemar, hacia el norte de Antofagasta, y pese a que allí no recibe los mejores tratos, manifiesta que no le queda otra.“Uno no se puede regodear con cuatro hijos a cuesta y una casa arrendada”, asume a viva voz, que ya no le importa el qué dirán y está harta de que la gente la mire en menos por su oficio.

Saboreando el helado de frutilla, chocolate y crema que ella misma eligió, recapacita y dice que en su vida ha cometido grandes errores y del que más se arrepiente es haberse endeudado en tres grandes tiendas del país, Falabella, Almacenes París y La Polar. Sin embargo, las critica firmemente, diciendo que no es justo los altos intereses que tienen, pues cada producto que compraba a doce meses duplicaba su precio. “A mí me cobraron más de la cuenta y es sabido que se exceden las grandes tiendas en todo sentido. En navidad todas suben los precios de los productos, sobretodo de los juguetes y creo que es una estafa para el común de las personas”, argumenta Fresia y ante ello, asegura que si se es de una situación baja no hay como salir adelante.

Esta mujer de tomo y lomo cuenta que generalmente las compras las hace en diciembre, ya que no le alcanza el dinero, porque siempre se deben pagar otras cosas y priorizar el arriendo, el gas, la luz, la alimentación, el vestir y los utensilios de aseo de los niños. “De esa forma cada mes se irán sacando un par de pesos para que a fin de año se puedan gastar dignamente, a veces la gente piensa que es por capricho que uno compre sólo un poquito antes de navidad, pero no es así, lamentablemente yo no pude juntar un peso porque estoy endeudada por los altos intereses de las tiendas comerciales y lo injusto es que Almacenes Paris me ha cobrado demás”.

A esto, Elizabeth Tapia, directora regional del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), argumenta que múltiples son los reclamos dirigidos a grandes tiendas, generalmente por un mayor cobro en las cuotas. En cuanto a los intereses, éstos se pueden quintuplicar, puesto que dichas empresas casi siempre trabajan con el máximo interés convencional que es de un 4.85 %.

“Lamentablemente el endeudarse a través de tarjetas de crédito es falta de cultura de la ciudadanía”, dice Tapia y agrega que se debe aprender a comprar de la mejor manera. “Esto puede ser superado con orientación e información, que es lo que nosotros hacemos como organismo estatal”, enfatiza la directora regional del Sernac.

Fresy, como la llaman sus amigos, se entristece al recordar que la han embargado dos veces y a esto suma que nadie entiende que el sueldo no le alcanza para alimentar a cuatro niños, de los cuales tres van al colegio y el otro entra el próximo año.

Lamentablemente esta situación la tiene más que estresada, ella cree que es un cuadro de depresión. “Todos los días mis hijos me dicen que es lo que quieren para navidad y yo no sé qué contestarles, si el año pasado cuando Andrés, Benja y Paolo recibieron los juguetes que da la municipalidad a través de las juntas de vecinos, les prometí que les regalaría el 2008 lo que ellos quisieran”, comenta la joven madre.

“Mis hijos quedaron muy desilusionados, porque si bien es cierto que esos regalos hacen muy bien a la comunidad, muchas veces no cumplen las expectativas de los niños”, agrega Fresia y confiesa que pese a que su hijo mayor se quedó fuera de la entrega, también le prometió comprarle una bicicleta esta navidad.

“Ahora me encuentro agobiada, no sé qué hacer, mi vida es un desastre, estoy completamente endeudada, me encuentro en DICOM y el padre de mis pequeñitos no aporta en nada, pese a que lo demandé dos veces”, enfatiza Fresia. Con la voz quebrada y moviendo la cabeza asume que una vez más le falló a sus cuatro inocentes hijos.



Paralelo II

1 comentario:

Somos los de Informativo 2008 dijo...

tu cronica me causo màs de alguna sensacion cuando la lei, seguramente debe ser por la descripcion que hiciste.
Hubo una buena apropiación en el estilo, y se perciben bien quines son los personajes y las diferencias que existen entre ellos. se reflejan antecedentes y cifras que demuestran el valor informativo.

Me gusto Yorka!
bye