RECONSTRUYENDO SONRISAS

“El terremoto afectó a todos por igual, desde un médico hasta un profesor”, comenta Evelyn Silva, asistente social.

RECONSTRUYENDO SONRISAS

El 14 de noviembre de 2007 será un día inolvidable para los habitantes de Tocopilla. Al mediodía, mientras todos realizaban sus respectivas rutinas, fueron interrumpidas por un terremoto grado 7.7 escala de Ritcher. Tras un año del sismo, los hogares de la cuidad puerto se levantan gracias al esfuerzo de todos.

Por: Lorena González B.

A primera vista nada había sucedido, sólo hubo dos víctimas fatales, pero al detenerse el sismo y mirar los daños, la ciudad había sido devastada.

Muchas fachadas se mantenían en pie aunque en su interior los terrenos cedían sus cimientos y estructuras. En otras viviendas, los techos cayeron arrasando con todo cuanto había a su paso, mientras que sus habitantes se encontraban cocinando, recogiendo a sus hijos en las escuelas o trabajando.

Hay que cruzar una calle de ruinas para llegar a la casa de la señora Rina Huerta, quien vive en una mediagua con su madre, hermanos, nietos e hijos y ha decidido comentar este largo año que ha tenido esperando el beneficio otorgado por el Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU).

En un día de sol agobiante, la casa de doña Rina -o lo que queda de ella- es un gran respiro. Posee una habitación, la única que no fue demolida ya que permanece intacta, con un par de sillas, un televisor de 14” y una mesa adornada con un florero.

Al recordar el terremoto, Rina comienza a hablar mas pausado y despacio, su madre en tanto, mira las paredes como tratando de evadir el dolor de aquel recuerdo. Sus ojos azules reflejan la tristeza de la situación.

En ese entonces ella trabajaba haciendo clases particulares.“Estaba recién empezando con una lolita cuando comenzó el terremoto. Yo les tengo miedo y me desesperé, empecé a llamar a todos. Mi mamá estaba en el negocio y mi hermano en la cocina, el ruido era muy fuerte y el techo se vino abajo”, comenta Rina.

Después de un año del derrumbe de su casa, y ocho meses desde que se completó la demolición, sin contar la pieza en que es entrevistada, por fin ha sido colocada la primera piedra para la reconstrucción de su hogar en el casco histórico de la ciudad. Ella y su madre están muy felices y agradecidas. “La gente cree que es una obligación del gobierno ayudarnos, pero no. Sin ellos nosotras no hubiéramos podido levantar ni siquiera una piedra”.

EN SU NUEVA CASA

Otra situación es la que vive Elizabeth Jiménez, quien ya ha sido beneficiada por el SERVIU y desde el 24 de noviembre se encuentra viviendo en su nuevo hogar. Ahora recuerda la tragedia y los momentos difíciles con más tranquilidad.

“Estaba llegando a mi casa, cuando me encontré con una vecina, y mientras conversábamos comenzó a temblar muy fuerte, fue extraño porque los vidrios se movían como papel celofán, todas las cosas se empezaron a caer. Yo entre a la casa a buscar a los niños -que por suerte en ese momento no estaban- y las paredes se me vinieron abajo. Menos mal que había un árbol que impidió que cayeran sobre mi”, comenta.

Después de eso, la señora “Eli” tuvo que mandar a sus hijos a Vallenar para que no pasaran por todos los malos ratos por los que debió pasar ella. Junto a otros vecinos, no les quedó nada más que dormir afuera de sus casas.

En el caso de Eli, el procedimiento no fue tan engorroso, pues su comité fue el más organizado de toda la comuna, factor que facilitó el proceso de reconstrucción. Señala que lo importante para ella y sus vecinos era tener sus casas lo antes posible, por lo que no se hicieron problema en escoger rápidamente la empresa y el modelo de vivienda.

Al inaugurar su casa, sacó su vieja radio, colocó el casette de Tito Fernández y en una cena familiar y armoniosa comieron escuchando “La Casa Nueva”. Hoy la señora Eli vive tranquila y segura junto a su esposo e hijos.

TRABAJO GRUPAL

No sólo el SERVIU es quien se ha encargado de reconstruir la cuidad puerto. Empresas como Martabid, Molco, Los Andes, Metalcon y el Plan Tocopilla, aunque con dineros gubernamentales, se han encargado de las construcciones.

Hay que tener en cuenta que es primera vez que en el país se crea un plan tan grande para levantar una ciudad entera y reconstruir tantas casas con tanta urgencia, comenta Héctor Ramírez, encargado de la reconstrucción del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU).

A la fecha se han reparado 1.669 viviendas cuya inversión asciende a los 4.991 millones de pesos, aunque quedan 3034 casas por reparar. Además las personas pueden postular a una ampliación, como es el caso de la señora Eli, pagando 100 UF.

Ya se han entregado 82 viviendas, 56 en la Villa Los Andes y 26 en la población Padre Hurtado.

Hoy se puede apreciar que Tocopilla ha renacido con valentía y que cada nueva vivienda que en sus terrenos se construye trae consigo, no sólo un nuevo hogar sino también, una nueva historia de vida.

Paralelo I