Fuera de clases

Entre los estudios y los empleos en el supermercado

En estos días los estudiantes de las universidades empacan las compras de las “cenas noche buena de los antofagastinos “. Sus sueldos son cada una de las monedas que reciben. Aunque no sé quejan del dinero juntado sus miradas reflejan agotamiento y además después deben llegar a sus casas a estudiar para los exámenes finales.

Por: Patricia Barraza (Paralelo I)

El supermercado “Santa Isabel” ubicado en la esquina de Baquedano con 14 febrero se encuentra con una gran afluencia de publico esperando impacientemente en las extensas filas, para cancelar sus alimentos, bebidas y alcoholes en víspera de navidad. Los esforzados jóvenes universitarios con una muestra de cansancio en sus rostros, muchas veces por llevar varias horas empaquetando, llevando incluso, en algunos casos, los carros de los clientes hasta los hogares, o también, teniendo que caminar a buscar nuevas bolsas e incluso recurrir al supervisor si la cajera se los pide.

Hoy, 24 diciembre el centro comercial debe cerrar las puertas antes de las 19 horas, por el dictamen del congreso que le impide seguir funcionado de lo contrario o deberá pagar una millonaria multa. En consecuencia, los empaques son lo más perjudicados, ya que no paran de echar los productos a las bolsas y después a los carros por que luchan contra el tiempo para conseguir la mayor cantidad dinero posible.

En el lugar, todo es un caos. El publicó manifiesta su enojó reclamando las cajeras, a los guardias o a cualquier otros funcionarios, sin embargo, ellos no puede hacer nada. Si un cliente paga con la tarjeta de crédito y al final se dio cuenta que no tenia cupo suficiente, o sea, en el buen chileno "pagan el pato ellos".

A los cinco minutos de solucionar problema de la caja, sigue funcionando. Registrar la mayoría de las veces carne, pavo, carbón, pan de pascua, arroz, papas, mayonesa, helados, ron , vino y bebidas de fantasías , para celebrar esta fecha tan importante para el mundo occidental , cuando reciben la boleta y el vuelto recogen sus productos ciertos consumidores rápidamente se van. Ni si quiera dan las gracias, como si fuera una obligación de los muchachos que ya no pueden con el dolor cabeza por tanta bulla. En cambio otros dan con un poco de vergüenza diez pesos al menos.

La declaración del Encargado de los empaques del recinto, Juan Cabezas bastante atareado afirma “Llevo tres años aquí y nunca habíamos colapsado de esta manera. Tome la precaución del caso reforzando en cada turno con seis de mis subalternos, pero supero enormemente la expectativa del local.” En los pueden bajar su rendimientos estudios “Lo tengo más que claro algunos llevan más de siete horas aquí, creó lo único quieren dormir en su camita “

No hay descanso entre los libros y las monedas

A Nydia Varas, Empaque del supermercado “Santa Isabel” , se le notan las ojeras y la desesperación por conseguir veinte mil pesos antes de terminar su horario , puesto que el lunes a las nueve de la mañana necesita saldar dos mensualidades atrasadas de la universidad de Antofagasta(UA), donde estudia el tercer año de pedagogía en educación física . “Elegí este oficio solo por que aquí dejan tomar dos o tres jornadas a la semana de tres horas y medias”, explica Nydia

Su aspecto deja en claro que es una alumna responsable, siempre pensado como poder superar la adversidad del destino. El anhelo que la motiva a levantarse cada mañana es terminar su carrera, ya que siempre quiso enseñar a los niños a tener una mejor calidad de vida. Puesto que ella provine de una más bien humilde.

"Gracias a todas las propinas!… Desde un anciano que me colaboro con 10 diez pesos hasta una señora me proporciono 1000 pesos por el carro lleno de mercadería. De esta forma, me financio para poder obtener mi profesión, asegura la mujer 22 años y quien inmediatamente después de salir del colegio comenzó a trabajar en el supermercado, siendo esto el sustento principal de su educación.

La organización es lo más importante, cuando un estudiante decide realizar una actividad laboral. “Estoy consciente que baje mis calificaciones, sin embargo, no reprobé ninguna materia”, dice Varas

La psicóloga Carolina Galdámez comenta que muchas horas de estudios y trabajo produce conductas fóbicas ante el estudio hacen que los jóvenes no se puedan concentrar, que no se puedan sentar a estudiar, que se duerman, que se aburran o que estudien exclusivamente a último momento generándose gran stress con sus consecuentes somatizaciones.

La estudiante reflexiona un momento su exhausto rostro, con una actitud positiva y segura manifiesta “Se que voy salir adelante, solo depende de mi”