martes, 30 de diciembre de 2008

Antofagasta registra positivo balance económico en comparación a otras regiones




Vamos que se puede!!


Es imposible no sentir el impacto y ver las referencias que hacen los medios a la crisis económica cuyas consecuencias se sienten en todo el mundo, sin embargo, a pesar de este problema mundial a nuestra región no le esta yendo nada de mal .

Por: Juan Pablo Cabezas


Según el PIB regional registrado este año, Antofagasta continúa como la región con más alto ingreso por persona del país. La región de Atacama mostró el mayor crecimiento en el Producto per cápita del país en 2006, favorecida por el alza en el precio del cobre y el sector de la construcción.
De acuerdo a cifras entregadas ayer por el Banco Central, la región que acumulaba en 2006 el mayor Producto total era la Región Metropolitana, con $ 25.420.386 millones (unos US$ 55.992 millones con el tipo de cambio actual), lo que representa el 42,5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. En segundo lugar aparece la Región del Bío Bío, con $ 5.616.759 millones, con una participación en el total de 9,4%.
Sin embargo, al dividirlo por la cantidad de personas que viven en cada zona del país –calculadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en base al Censo 2002- los líderes cambian.
La Región de Antofagasta continúa siendo por lejos la que presenta mayor Producto per cápita del país, con $ 7.129.498 (unos US$ 15.703), gracias al fundamental aporte del sector minero, sector que entrega el 49,3% del PIB de esa zona.
Según estos datos, podemos decir que nuestra región está mejor preparada para crisis económicas venideras, y esto se manifiesta en el bolsillo de diferentes empresarios y trabajadores mineros, que son los mas beneficiados en esta historia


Desde su perspectiva el empresario, supervisor de Escondida y poseedor de propiedades Manuel Osorio, la región esta creciendo de una manera considerable, a pesar de la caída del cobre, este mismo y sus excedentes sujetan en tierra firme a la ciudad y la empresa minera a través de Fundación Escondida que aporta directamente a la comunidad antofagastina mediante financiamiento y programas en beneficio a localidades vecinas.
Desde el punto de vista de Manuel Osorio, “las compras de propiedades se aplican en un 50 % mas que en años anteriores”


Pero los proyectos mineros son de largo plazo

La estructura de la región nos protege en gran medida de lo que sucede en nuestro país. Nuestra región tiene su eje productivo en torno a la gran minería, pero regionalmente no se producen impactos directos de lo que sucede con el resto del mineral, si no, en las inversiones que se hacen en el área, se incentiva axial una mayor inversión en la busque da de nuevos yacimientos como un aumento de producción de los actuales.

Que se puedan obtener ingresos de un proyecto minero requiere de años, en ese caso los grandes planes en la minería no son estudiados a corto plazo, por que se sabe que los precios de los minerales son cíclicos y se requiere de un análisis proyectado a largo plazo.

Pero en Antofagasta la minería no es el único recurso lucrativo, como Edwin Jiménez corredor de propiedades afirma, “en la ciudad no cesan los pedidos de propiedades”, en cuanto ha este negocio el balance es menor al de otros, esto lo atribuye al alza del IPC y a que la canasta familiar ha agregado otros bienes en comparación al año 1992.

En enero y febrero se diagnostica una mejora en la economía antofagastina.

Contraparte: índices de desigualdad y pobreza

Al lado de la catedral de la cuidad se encuentra el arzobispado, ubicado en el segundo piso esta Raúl Contreras el encargado del programa “1 %”, un proyecto iniciado por la iglesia católica con el fin de sacar un porcentaje de personas voluntarias y ayudar a los desvalidos, esta organización a diferencia del Hogar de Cristo no recibe aporte de otras instituciones dado que carecen de certificado de donación, documento vital para el aporte económico por parte de grandes empresas.
1% se financia del aporte voluntario de católicos de la raigón que es un 10 % (aproximadamente 4000 personas).
El encargado del proyecto expresa que el aporte es escaso y que tienen proyectos para el 2009 en colegios e instituciones que quizás no se concreten por el poco aporte recibido.

Por otra parte el Hogar de Cristo tiene recursos que proviene de diferentes fuentes , el 51 % de los ingresos de la fundación proviene de los voluntarios , el 26% de recuperación de servicios, el 9 % de ingresos variables y el 14 % de fuentes propias (funeraria crematorio, etc. ), sin embargo, el primer porcentaje podría subir de gran manera por parte de las otras grandes mineras que no son Escondida, ya que las últimas negociaciones realizadas por Codelco han generado un creciente flujo monetario.

¿EL SUEÑO SUDAMERICANO?

LA TRAVESÍA DE RODRIGO

Rodrigo es un joven colombiano que todos los días se levanta a las 6.45 horas para tomar su desayuno habitual, avena, leche y tostadas con mermelada, dice que le recuerdan a las mañanas de domingo allá en Buenaventura Colombia, en donde vivía con su madre, abuelos maternos y un tío llamado Rubén.

Este joven alegre, de veintiséis años, de piel oscura, metro ochenta casi, mirada franca, y su característico acento caribeño, obviamente lo hacen destacar entre el resto de las personas que trabajan con en en la empresa S.G. (Servicios generales), empresa que le presta servicios de limpieza a sodimac Antofagasta. Sus compañeros lo tratan de una manera especial ya que es uno de los pocos colombianos que no se molestan cuando le dicen “negro”, allá en Colombia les dicen negros a las personas que tiene buena voluntad, al principio pensé que era por eso, pero a los dos días, cuando empecé a trabajar, me di cuenta que era distinto a los demás” comenta entre risas mientras un sonriente compañero le grita “güena king áfrica”, quien grita esta broma es su compañero Gerardo Estay, trabajador de planta de la tienda Sodimac del mall Plaza Antofagasta.


Luego de unos minutos de conversación, Rodrigo comienza a recordar los motivos que lo trajeron a trabajar a Chile, “en Colombia no había muchas posibilidades de surgir, mira, yo allá trabajaba de cotero, (nombre con el que se conoce a los trabajadores portuarios en Colombia), ese era un trabajo donde corría mucha plata, en un día te podías ganar 180 ó 200 pesos, pero era duro y había que sacrificar horas de sueño”, recuerda mientras respira profundo.


Cuando Rodrigo era cotero en el puerto de Buenaventura, una noche cargando camiones, se le quedó la mano derecha atrapada entre el camión que cargaba y el conteiner que estaban desocupando, el y sus amigos gritaban, pero el camión era demasiado largo como para que el conductor lo escuchara, “me tomó la mano y yo hacía fuerza para el otro lado, y mientras más tiraba más me apretaba y dolía tanto que en un momento ya ni sentía la mano, solo quería sacarla de ahí” recuerda este joven que a la vez muestra su mano a los presentes en la conversación, que son sus amigos de la tienda Sodimac del Mall Plaza Antofagasta. Pero qué pasó después le pregunta una intrigada Margarita, compañera de trabajo, quien está conmovida por el relato de este joven colombiano, “bueno ahí no se como tirando tirando, hasta que en un momento zafé y me vi la mano toda aplastada así, los dedos todos chuecos, y toda la mano hinchada”, relata el joven saciando la curiosidad de su compañera que lo escucha con una atención que saca carcajadas entre los presentes, “ahí un amigo me echó ron y seguimos trabajando aunque me doliera la mano, la cosa es dura ayá, por plata aguantas todo” remata su relato.


Rodrigo ahí tomó la decisión de no trabajar más como cotero, y comenzó a buscar otras alternativas de trabajo en su ciudad, al no encontrar nada se puso en contacto con un primo que vive en Coquimbo, el le hizo el contacto para que viajara a Santiago donde un amigo que le daría trabajo como cargador en una cadena de carnicerías, Rodrigo se embarcó en el primer bus que encontró para Chile y comenzó un periplo de once largos días sin mucho para comer y casi sin dinero en los bolsillos. Cuando llegó a la frontera de Perú con Chile, la policía chilena le exigió mostrar un contrato de Colombia para poder pasar, “pero en la situación que estaba de adonde”, consigna en su relato, así que tuvo que dar un tour por Bolivia y parte de Argentina antes de entrar a Chile por el paso Los Libertadores. Una vez llegado a Santiago sin más que cien dólares y los sueños de un joven inmigrante, comenzó a llamar a la persona que le daría trabajo, la que como en muchos casos lo contactó, le pidió un poco de dinero “para ubicarme en la carnicería”, pero como ya supone desapareció.


Al verse sin dinero trató de contactar a su primo, quien también desapareció del mapa, buscó alguien que lo ayudara y encontró a un colombiano dueño de un restauran en pleno centro de Santiago quien le dio trabajo por unos días y le dijo que mejor se viniera al norte, por que aquí es donde hay más trabajo.


El joven trabajó dos emanas y se vino, la vida le sonrió, “encontré trabajo en dos días y además me encontré con compañeros de trabajo de otro países que habían pasado experiencias duras también, lo que me ayudó a perder el rencor contra mi primo principalmente” dice el moreno joven que ya lleva casi cuatro meses en Antofagasta y que pretende estudiar inglés o manejo de maquinaria pesada, para aumentar su calidad de vida. “Mi sueño es de aquí a cuatro años estudiar algo que me de mejor nivel y luego si es que puedo hacerlo, antes de los treinta irme a vivir a Canadá”, expone su sueño el alegre Rodrigo que aparte de trabajar en Sodimac, también lo hace en la tienda París del Mall Plaza Antofagasta, lugar desde el cual se retira a su casa más o menos a las diez de la noche.




LA OTRA CARA DE LA MONEDA:


Mauricio Gonsalves, es ciudadano brasileño, el llegó por negocios a vivir primero a Santiago en 1992 como representante de una gran empresa brasileña, se instaló con su empresa de mecánica industrial y luego emigró al norte en busca de la posibilidad que le permitiría llenar aún más sus arcas, en 1998 comenzó prestar servicios a Codelco en su división Chuquicamata, y a La Negra. Minas de la zona con las cuales tiene un vínculo de años, “con Chiqui he trabajado desde el 98 y con La Negra desde 2003, han resultado ser dos buenísimos negocios para mí”, comenta contentísimo el empresario paulista.


Este oriundo del país de la samba recuerda que se vino como representante de la marca Consul en 1992, empresa de electrodomésticos en la que el trabajaba en Brasil, el no pasó precariedades como Rodrigo, el colombiano de Buenaventura, llegó a vivir con muchas comodidades en la comuna de La Florida, hasta que se independizó en 1994, “ya estaba aburrido de tener que tomar decisiones en concuerdo con otras personas, yo quería crear mi propio destino y hacer mi propia riqueza”, comenta con algo de arrogancia este señor de 54 años y una voz muy ronca, por el abuso de tabaco en su vida, “de verdad que me arrepiento de haber fumado tanto, ahora no puedo disfrutar de jugar con mis nietos y menos jugar fútbol con amigos, la salud no me lo permite”, se lamenta el empresario.


Mientras da a conocer su historia desde que llegó a vivir a Chile con un sueldo que le aseguraba bien estar económico, pero aún así no se sentía bien, por lo que comenzó a ayudar a instituciones de beneficencia como El Hogar de Cristo, y la fundación Las Rosas, “creo que los ancianos merecen toda la atención del mundo”, destaca en medio de la conversación Mauricio, quien con esto recuerda la muerte de su abuelo en Sao Paulo en el 1975 cuando el tenía 22 años, “mi abuelo murió de pulmonía” y nos explica que por eso no quiere que los abuelitos que están en las calles mueran por causas “totalmente evitables”, reflexiona después de respirar profundo.


La historia de Mauricio Gonsalves dista mucho de la vida de Rodrigo, quien no tiene un contrato legal, ni días libres, ni una jornada laboral que le permita hacer muchas amistades fuera del trabajo. Mauricio tiene tiempo de sobra para compartir con su familia, relajarse y estar con sus amigos.


Mientras Mauricio tiene dinero hasta para hacer beneficencia, Rodrigo hace maravillas para mantenerse a duras penas en una pieza arrendada junto con un amigo y mandar dinero a su madre en Buenaventura.

El gran vicio.

Tomar conciencia y respetar las necesidades y sentimientos de los fumadores como también no-fumadores, es un acto de sentido común.


Por maría José Córdova

Alejandra Martínez de 18 años, aún mantiene intacto en su memoria el recuerdo de su padre Carlos Martínez de 53 años, quien producto del exceso al cigarrillo, perdió la vida luego que le diagnosticaran cáncer, hoy su hermana menor protagoniza el mismo vicio que su padre.

Tras la aprobación de la ley anti tabaco, el fumador diario se ha visto involucrado en una "persecución", se le ha prohibido fumar en el trabajo, bares, espacios cerrados de carácter público; se ha limitado mucho su consumo, aunque su venta y promoción sigue siendo la misma, pese a que este prohibida su venta a los menores de 18 años, además esta, debe estar supervisada por algún encargado del local.

Las tabacaleras para paliar la disminución de las ventas, han rebajado el precio de las cajetillas consiguiendo así que no sean tan notables las pérdidas

La publicidad invertida en intentar que la población deje de fumar se ha convertido en una lucha abierta entre las tabacaleras y el estado, el cual se ve obligado a mantener a todos esos fumadores que al llegar a la vejez caen enfermos por culpa del tabaco.

Alejandra sabe que no será tarea fácil alejar a su hermana pequeña de este vicio “Es un mal habito y la cifra de adolecente fumadores va en aumento, lo que quiere decir que la publicidad ejercida no ha sido suficiente” comenta la chica.

Mientras unos pierden otros ganan, el caso de Rodrigo Salazar, lo puede comprobar, Rodrigo de 43 años, ha logrado a través de este mercado establecerse como microempresario. Su principal fuente ha sido la venta de cigarrillos a diversos locales de la cuidad, el más destacado para él y en el cual las compras son masa altas es el denominado “Cafetón” cuya administradora, lleva trabajando más de 5 años con él “Si bien a mucho no les agrada el cigarrillo, para la mayor parte de la población resulta ser lo contrario y es ese porcentaje de personas las que lucran mi negocio si no existieran, mi bienestar económico tampoco existiría “Comenta Rodrigo

Para Eduardo Martínez, tío de Alejandra, le es difícil ver como cada vez son más los adolecentes que corresponden a este vicio. “Al Gobierno también le interesa que la gente fume, pero marcas caras, quizás más que a la propia tabaquera, porque ambos ingresan dinero en sus arcas a costa de la salud de los demás con una sola diferencia: unos venden y otros dejan vender grabando impuestos cuando tienen la posibilidad de prohibirlo.” Agrega Eduardo

Está bien claro en las cajetillas: Fumar mata. Ahora lo limitan en muchos espacios, pero por qué se sigue vendiendo un producto que causa el 90% de los casos de cáncer de pulmón. Además, el Gobierno se lucra con ello y cuando no lo hace todo lo que esperaban, protestan.

La iniciación al tabaco tiene lugar durante los primeros años de la adolescencia, ya que fumar empieza a menudo como un hábito social y son los amigos los que proporcionan los primeros cigarrillos. La aprobación o desaprobación del tabaco por parte de los padres es de vital importancia, así como la influencia de amigos y hermanos. Los jóvenes que tienen amigos y familiares fumadores tienen más probabilidades de empezar a fumar.

Este vicio también se considera como un acto simbólico de rebeldía con el que se pretende transmitir el mensaje de que se es lo suficientemente mayor y maduro. Los niños que se sienten atraídos por esta demostración adolescente de madurez o rebeldía suelen proceder de medios sociales con mayores porcentajes de fumadores en padres, hermanos y amistades, así como de colegios donde se fuma. Los niños en riesgo de empezar a fumar también suelen mostrar una baja autoestima, pobres resultados académicos y un entorno social degradado.

El acceso sin trabas al tabaco, la exposición a la publicidad y los esfuerzos limitados por controlar el tabaquismo son factores externos que también fomentan el hábito entre los más jóvenes. Las cifras lo dicen todo, más de 180 muertos al año por cáncer al pulmón debido al tabaquismo sólo en Antofagasta, y aun no se encuentra una solución de raíz. Así lo asegura el Psicólogo de la Corporación municipal de desarrollo social.

Paralelo 1