Festival de Colectividades Extranjeras: ¿Consumismo o Deleite?

El entusiasta festival de colectividades extranjeras sufrió este año un cambio en su presentación. El antiguo lugar de encuentro, Parque Croata, fue reemplazado por tres nuevos espacios y horarios distintos. Además de la carencia de degustación de las tan características comidas de cada comunidad exponente.

El motivo de esta modificación, según el residente de la corporación del festival de colectividades extranjeras Gregorio Escobar Celis, fueron los destrozos que quedaban en el lugar posterior a la presentación, “el lugar quedaba hecho un desastre, por eso nos cambiaron el lugar” dijo decepcionado mirando al suelo.

Esto lo confirma Segundo Barraza, gasfitero de Paisajismo Cordillera, empresa encargada de los sistemas de regadío automático del Parque Croata, “no era mi trabajo pero me mandaban igual para solucionar los problemas ocasionados por la imprudencia de la gente que llegaba y pisaba y los averiaba considerablemente, incluso algunas cañerías quedaban inservibles después del evento” dice algo molesto y resignado. Claro esta que los antofagastinos no somos muy delicados al momento de estar en grupo, mucho más si hablamos de la cantidad de personas que asisten cada año a la presentación.

Los nuevos lugares en donde se realizó el espectáculo de cultura ya típico de Antofagasta fueron el Teatro Municipal, el Polideportivo Centenario y el Centro Deportivo Empalme. Otro objetivo para el cambio fue acercar la cultura a todos los antofagastinos por lo que se explica la distancia de los nuevos escenarios del festival.

El encuentro cultural no tuvo la misma aceptación por parte del publico, quedo demostrado que los antofagastinos prefieren consumir antes que admirar las muestras de cultura de cada comunidad extranjera. Al parecer los antofagastinos prefieren asistir al mismo lugar siempre sin importar la distancia del mismo, ya que el antiguo lugar donde se montaba el espectáculo estaba situado al sur de la ciudad y la gente del sector norte asistía igual el tiempo que duraba el festival casi todo el fin de semana. A raíz de esto se puede inferir que a la gente le gusta o disfruta trasladarse más de una hora en micro para llegar a su destino de entretención.

En años anteriores era común observar repleto el Parque del sector sur de visitantes entusiastas en conocer distintas culturas y degustando sus comidas típicas, o comprando artesanías propias de cada grupo cultural, este año fue diferente, “la mayoría del público presente eran los mismos familiares de los participantes del festival, y muy poca gente, de hecho contados con los dedos, los que fueron fieles a la presentación” dijo un poco molesto y exhausto luego de la exposición, un integrante de la Agrupación de Danza Griega AKRITES, Johnny Karapas. Recalcó además que esto es una desilusión para todos los encargados de llevar a cabo este evento porque todo el esfuerzo puesto en que salga todo bien no se ve reflejado en la recepción de los ciudadanos de Antofagasta. Ver las galerías vacías es bochornoso ya que son mese de preparación y ensayos exhaustivos para demostrar las cualidades de cada cultura como para que la gente no asista simplemente porque no haya qué consumir”.

El ambiente de la última presentación del festival, en el Centro Deportivo Empalme, era claramente decadente. No existía energía alguna más de la que mostraban los bailarines y cantantes al mostrar sus actos. Había un ambiente tenso y desilucionante para todos los que quieren disfrutar de una buena experiencia cultural. No se puede ignorar que, personas, aunque muy pocas, asisten al evento por gusto a la cultura y que son fieles a él año a año. Tal es el caso de Andrea Guerra Fernández de 32 años, quien siempre concurre al festival pero que esta ves solo pudo presenciar la ultima presentación, debido a la distancia que existía entre su hogar y los otros escenarios, “siempre vamos toda la familia, nos encanta compartir juntos y este evento es ideal para pasar un rato en familia además de ser una buena entrada cultural para los mas chicos”, dijo entusiasta. También cabe destacar el aso de Leila Inostroza de 43 años, quien es otra seguidora del espectáculo, “asisto todos los años a las colonias otro aspecto que me motiva ir es por que soy descendiente árabe y me encanta seguir a mi cultura apoyándola en cada presentación además mi sobrina pertenece a un grupo de baile árabe y siempre la vengo a ver” dijo orgullosa.

El problema se resume de la siguiente manera, los antofagastinos no están acostumbrados a desplazarse a distintos lugares para presenciar el mismo evento y prefieren el consumismo que deleitarse de la cultura de las colectividades extranjeras a raíz de esto, Gregorio Escobar desilusionado por la mala asistencia de público al festival recalca en la corta y apresurada entrevista realizada, que el próximo año volverá todo a la normalidad esperando que el público vuelva a participar como de costumbre junto a la familia para pasar un momento agradable y disfrutar de las presentaciones.