La otra prueba

La otra Prueba

PSU 2008

Por Dominiquie Varas
Cada año son millones los jóvenes que rinden la Prueba de Selección Universitaria (PSU), prueba crucial en sus vidas, la cual definirá su futuro laboral.
Este año el panorama en Antofagasta fue un tanto distinto, a diferencia de otros años muchos más de "los otros" se quisieron someter a esta prueba.
En medio del silencioso living de la casa, Carolina Gonzáles mira con emoción los papeles timbrados que acreditan haber rendido la prueba de lenguaje, matemáticas y ciencias, desde hace dos años egresó de cuarto año medio y recién este alo se atrevió a dar "el gran paso" como ella misma cuenta.

"Lo pensé muchos meses, hasta que decidí intentarlo, y aquí estoy con papeles en mano después de una durísima prueba", comenta con orgullo.
Para Carolina no es fácil la idea de entrar a la universidad debido a que toda su vida sufrido discriminación por ser discapacitada y valerse de una silla de ruedas.

"Hacer esta prueba fue un desafío enorme, ya que el hecho de entrar a la universidad es tener que adaptarme a una realidad desconocida que para mi es un poco más difícil que para los demás, pero haber enfrentado este primer reto me hace sentir orgullosa de mi misma", cuenta con lágrimas en los ojos.

Tuar Bernales egresó de cuarto medio del Colegio Santa Emilia en el 2006. Lejos de todo el ambiente PSU en aquel tiempo, él decidió partir a París donde se radicó un familiar para poder conocer algo más de la cultura de sus abuelos y algo del idioma. Hoy, luego de dos años se inscribió para la prueba. "Estaba super nervioso porque siento que viví este proceso solo, sin mis compañeros de colegio, pero no me arrepiento porque haber viajado a París me ayudo a definir mi futuro y darme cuenta que Geología es lo mio", comenta.

La psicóloga Carolina Caro describe este fenómeno como una "acción por superación", la cual es posible realizar para demostrarse a si mismo y a los demás a pesar de las discapacidades físicas o dificultades sociales, es posible realizar dar un cambio en la vida con esta prueba.
"Quizás no todos los que rindan este examen lograrán entrar a la educación superior, pero el hecho de tan solo hacer la prueba es un merito enorme para todos, más aun para quienes están privados de libertad o han criado durante toda su vida a sus hijos", explica.

Un caso similar es el de Nancy Meriño de 46 años, quien es madre de dos hijos y dueña de casa. Este año decidió rendir la PSU para superarse y obtener un titulo profesional.
"Durante toda mi vida me dedique a cuidar a mis hijos y criar a un nieto, pero hoy quiero estudiar Pedagogía en Educación Básica en la Universidad de Antofagasta, ser profesional", explica mientras lleva la vista a su nieto Nicolás.

Para Nancy el apoyo de su familia fue fundamental, ya que se preparó durante todo el año para las pruebas de Matemáticas, Lenguaje e Historia, teniendo que postergar asuntos familiares o quehaceres del hogar.
"La prueba más complicada fue decidir si hacer este reto o no, después fue comprender las matemáticas porque las tenia muy olvidadas", comenta entre risas
Ahora Nancy solo deberá esperar al igual que muchos otros quienes rindieron la psu, esperar los resultados que dilucidaran el futuro que el destino les depara.

Aquellos privados de libertad, amas de casa y estudiantes hoy se sienten conformes con haber dado este gran paso, solo esperan dar muchos más en adelante para así demostrarles a los demás que todo se puede, sin importar las barreras sociales.